Kinesiología Odontológica. Un nuevo enfoque rehabilitador
Autores
Dra. Mercedes Cavallé Anducas. Estomatólogo. Ortodoncia exclusiva. Práctica privada. Oviedo.
Dr. Alfredo Machín Muñiz. Estomatólogo. Implantología y Rehabilitación Oral. Práctica privada. Oviedo.
Introducción
Cuando una persona demanda asistencia en un centro de estomatología, el motivo de la consulta suele centrarse a menudo en un único síntoma que, por lo llamativo, preocupa al paciente. Sin embargo, es habitual que dicha percepción forme parte de un conjunto sindrómico, que a veces resulta complejo identificar como tal y relacionarlo con otras sintomatologías o patologías asociadas.
Los profesionales de la salud dental sabemos que una fractura “espontánea” de una estructura dental o cerámica se acompaña casi indefectiblemente de otros síntomas concomitantes, tales como facetas de desgaste en caras oclusales, dolores periauriculares, chasquidos de la articulación temporomandibular, pérdida de dimensión vertical, ausencia de guías fisiológicas, etc., que en mayor o menor magnitud se añaden al síntoma “principal” motivo de consulta.
La kinesiología odontológica busca, mediante una historia clínica minuciosa, recabar el máximo número de informaciones para sopesar su posible relación con la patología que se presenta y observar si existen variaciones inducidas por el tratamiento de la misma. Es una disciplina diagnóstica y terapéutica basada en el acercamiento holístico al paciente.
El diagnóstico intenta objetivar aspectos no sólo estructurales, sino también musculares, nutricionales, psicológicos, etc., contemplando la patología bucal tan sólo como una pequeña parte de un problema más global.
Originariamente, la kinesiología fue introducida por el norteamericano George Goodheart en la década de los 60. Esta sistemática basa su filosofía diagnóstica en la valoración del reflejo muscular isométrico, generalmente deltoideo, ante la presencia de determinados estímulos.
Las funciones fisiológicas desarrolladas por el aparato estomatognático requieren la utilización de un complejo sistema neuromuscular que incluye: músculos faciales, linguales, faríngeos, laríngeos y esofágicos; además, comprende músculos elevadores de la mandíbula, supra e infrahioideos, los cuales, por sinergismo, influencian los músculos del cuello, de la columna vertebral y de la pelvis.
En los músculos del sistema estomatognático se produce una situación singular, en la que la extensión fisiológica de los mismos no viene determinada sólo por parámetros óseos o ligamentarios, sino que las dimensiones de los dientes influyen sobre este aspecto de una manera decisiva.
Es por ello que la realización de tratamientos rehabilitadores en pacientes que hayan perdido la relación cráneo-mandibular no debería basarse exclusivamente en parámetros estéticos o fonéticos, y la utilización de la electromiografía para analizar el correcto tono muscular resulta escasamente práctico por lo sofisticado de la aparatología utilizada.
La kinesiología aplicada es una metódica que utiliza el test muscular para evaluar la función corporal a través de la dinámica del sistema músculo-esquelético3-14. El test muscular (de músculos como el deltoides, el psoas, el tensor de la fascia lata, etc.) es el instrumento principal del diagnóstico kinesiológico, y se basa en el tono y no en la fuerza muscular.
En el diagnóstico de nuestros pacientes dentales empleamos conceptos provenientes no sólo de la kinesiología, a través de los citados test musculares, sino también de la posturología y de la osteopatía, con la evaluación del MRP (movimiento respiratorio primario), que debe ser amplio, rítmico y libre.